Se trata de uno de los escasos perfumes masculinos en el que se percibe una nota de cuero de carácter fuerte, un efecto que fue particularmente popular en los años 70, pero que ha sido reemplazado hoy en día por tonalidades más frescas y despejadas.
El perfume Agua fresca se podría definir como la naturaleza hecha fragancia. Agreste, fresca y natural, donde se recrea el ambiente de los diseños de Adolfo Domínguez